Ahora más que nunca, te quiero MÁLAGA

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Después de unos años históricos, ayer el malaguismo vivió su tarde más triste. La imagen mostrada por nuestros jugadores ante su público fue lamentable. En La Rosaleda se vio un equipo sin alma que ni luchó, ni corrió, ni hizo nada para disputar el encuentro. Los partidos se pueden ganar, peder o empatar, el resultado muchas veces es una lotería y puede ser injusto, pero por lo menos hay que salir al terreno de juego a dejarlo todo por tu Club y tu afición. Otro detalle que no gustó, fue que Schuster no saliera del banquillo durante el partido a intentar poner orden, pero con un equipo tan mal psicológicamente hablando, el mister sabrá porque no lo hizo.

De haber sido yo el entrenador de Málaga CF, tras la bronca post partido en el vestuario, habría ordenado a la plantilla salir a La Rosaleda y realizar una sesión de entrenamiento, para que sudaran la camiseta que se habían olvidado que llevaban durante los 90 minutos del partido.

Otro aspecto a destacar del lado negativo fue la actitud de muchos aficionados, que siempre están atentos al más mínimo falló para empezar a silvar y a putear a nuestros jugadores. No logro comprender como no se dan cuenta de que su actitud lo único que puede lograr es poner más nerviosos y bloquear a los jugadores. ¿Cómo reaccionarían estos aficionados si en sus trabajos tuvieran a sus clientes increpándolos y puteándolos a la más mínima?

A mi entender, la afición es soberana y tiene derecho al aplauso y la crítica, pero esta tiene que realizarse cuando el árbitro pita el descanso o el final del partido, nunca antes. Ya que dicha actitud de la afición no ayuda en nada a los jugadores.

Es muy fácil que te galardonen el premio a la Mejor Afición cuando tú equipo está lleno de estrellas y hace un papel tan brillante en Champions, cómo sucedió la temporada pasada. Pero la realidad actual de nuestro club ha cambiado y todos debemos entenderlo y apoyar a nuestro equipo. Ni éramos tan buenos tras el 5-0 al Rayo, ni somos tan malos tras el 0-5 del Celta.

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Realmente habría sido muy bonito y satisfactorio que la mayoría de la afición hubiera permanecido en las gradas para entonar todos juntos nuestro himno, ya que cuando Malaka empezó a cantarlo, sólo pudimos seguirlos los 5000 ó 6000 aficionados que nos habíamos quedado en La Rosaleda hasta el final del partido.

Somos el Málaga CF, un equipo que necesita mucho trabajo y mucha tranquilidad para coger sus señas de identidad y salir adelante. Nuestro entrenador lo reconocía en rueda de prensa, el equipo tiene un problema mental y hay que solucionarlo, además resaltó que estas son las situaciones que a él le motivan, porque es donde un entrenador debe realizar su trabajo.

Bernd Schuster tiene mucho trabajo por delante y para eso vino a Málaga, para construir un equipo nuevo que resucite tras la debacle de ayer. Yo estoy convencido de que va a tener éxito en su reto blanquiazul y que volveremos a vivir muchas tardes de gloria malaguista.

Lo más importante para mi es que ahora y siempre me sentiré orgulloso de mi Málaga…. Por eso…

AYER, HOY Y SIEMPRE GRITARE, LO MÁS ALTO QUE PUEDA, TE QUIERO MÁLAGA.
AHORA MÁS QUE NUNCA, TE QUIERO MÁLAGA.
AHORA MÁS QUE NUNCA, TE QUIERO MÁLAGA.
AHORA MÁS QUE NUNCA, TE QUIERO MÁLAGA.

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